VIDEO, YO VEO, AHECHA

VIDEO, YO VEO,  AHECHA
Edición de Brumaria 10, Madrid 2008

11/10/07

MUESTRA EUROAMERICANA DE VIDEO Y ARTE DIGITAL, BUENOS AIRES, NOVIEMBRE 2006




APUNTES PARA UNA HISTORIA DEL VIDEOARTE PARAGUAYO

SELECCIÓN DE VIDEOARTE PARAGUAY 2006
MUESTRA EUROAMERICANA DE VIDEO Y ARTE DIGITAL


Presentación de Fredi Casco

Podría comenzar directamente hablando de las obras de videoarte que traigo, pero ¿de qué sirve si es que antes no intento aunque sea sumariamente ponerles al tanto de aquella realidad tan desconocida para ustedes que es la escena audiovisual paraguaya?
No se ilusionen, que no les voy a revelar un enigma ni tampoco un tesoro escondido, nada más voy a esbozar una historia mal conocida fuera de nuestras fronteras, con sus luces y sus sombras.
Y bien, dicho esto, confieso que es difícil elaborar de una historia coherente del videoarte paraguayo cuando ni siquiera se ha dado en el pasado la historia de un cine nacional. Hasta hace un par de décadas, la práctica del audiovisual había pasado poco las fronteras de la televisión local, de tradición más bien conservadora, acunada en los regazos ideológicos de la dictadura de Stroessner, esta última caracterizada más que nada por sus escasas luces y por la ausencia de políticas culturales. La televisión paraguaya no ha sabido ni querido abrir camino a una escena audiovisual creativa, ni siquiera productiva.
Sin políticas culturales, sin industria ni instituciones de apoyo a la cinematografía, poco es lo que se puede mencionar de nuestro cine. Pero utilicé la palabra “poco”, ese poco que nos salva de la nada: Desde los experimentos cinematográficos en los años setenta (Carlos Saguier, Jesús Ruiz Nestosa), hasta el modesto boom del audiovisual a principios de los noventas con cortometrajes de ficción de buena calidad; desde ese objeto singular y precioso que es Hamaca paraguaya, hasta la aparición muy reciente de una generación de autores y productores interesados en el género documental, la historia del cine paraguayo recién comienza.
Este año finalmente fue aprobada por el Parlamento la tan aguardada Ley de cultura, desempolvada del cajón legislativo después de casi una década, ley-marco que pretende proteger los derechos y la producción de bienes culturales. Tal vez este entusiasmo del momento permita impulsar la aprobación del proyecto de ley más conocido como Ley de cine. A eso hay que agregar el repentino prestigio que hoy goza el audiovisual en Paraguay.
Pero, ¿qué hay, o qué hubo de esas otras experiencias audiovisuales, esas que hoy nos interesan? A pesar de todo las hubo, y aparecieron de forma más o menos aislada en una de las escenas con mayor persistencia en el Paraguay, la de las artes plásticas.
La Modernidad en el Paraguay, iniciada (al menos de forma programática) a mediados de los cincuenta, ha forjado una práctica artística sostenida en el tiempo y según los postulados de las vanguardias del siglo XX.
A finales de los años sesenta, bajo la égida de los happenings y otros experimentos Fluxus, un entonces joven pintor, Ricardo Migliorisi, con su singular estética incursionó en el cine experimental con un trabajo en conjunto con Bernardo Krasniansky y Cira Moscarda . Lamentablemente no quedan copias de aquella cinta titulada “Jayne, hasta el asco”.
Ya mencioné algunos experimentos cinematográficos en los 70, pero recién a mediados de los 80’s aparecen dos piezas que podrían calificarse como antecedentes del videoarte en sentido estricto. Me refiero a “Briggita Von Scharkoppen en el Jardín de las Delicias”, también de Ricardo Migliorisi y “Autorretrato”, de Margarita Morselli. En el primer caso, se trata de un filme experimental con marcados componentes teatrales y en el segundo, de una obra netamente de videoarte. Esta última, a partir de los noventas fue presentada como video-objeto.
Como toda historia plagada de agujeros y de saltos en el tiempo, luego de una prolongada pausa, en la segunda mitad de los noventas, algunos artistas plásticos surgidos en esa década comenzamos a trabajar de forma más sistemática y reflexiva el videoarte. Entre los años 1996 y 2001, Marcos Benítez, Ana Ayala y quien les habla, exploramos los potenciales estéticos de la imagen de video, su expansión en el tiempo y el espacio, la práctica del videoarte como crítica a los medios de comunicación de masas y la influencia de estos en la cultura popular.
Por su parte, Paz Encina en Buenos Aires construía su propia obra videográfica.
Paulatinamente, otros artistas plásticos, pero también gente de la danza, del teatro, de la fotografía e incluso de la arquitectura, se irían incorporando a esta diletante escena del videoarte.
Más recientemente ayudó a la generalización de esta práctica entre los creadores, la ruptura de un paradigma absurdo: La persistencia hasta hace poco de una suerte de prejuicio con respecto al videoarte, que hacía que la utilización del cine y el video en Paraguay se circunscribiera casi exclusivamente al campo de la ficción narrativa. Este prejuicio se acabaría definitivamente con la última generación del audiovisual, en buena medida porque muchos de ellos tuvieron mayores oportunidades de viajar y de confrontar sus visiones con la escena internacional. Como ejemplo pongo a la última camada de videastas que fue a estudiar a la Escuela de Cine y Televisión de la Habana. Allá descubrieron, entre otras cosas, las posibilidades del documental, el cine de artista y el experimental. Pero también debo hacer un reconocimiento a las visitas en la década pasada de exponentes del videoarte rioplatense, como Andrés Denegri y Jorge La Ferla, así como a las publicaciones de la Muestra Euroamericana.
Hace unos años el Salón de Arte Joven La Nación tuvo como tema principal el arte y las nuevas tecnologías. Poco después, Fernando Moure, crítico de arte y curador independiente, organizaría una extensa muestra audiovisual llamada ASUANIMA en el Centro Cultural de España, donde el videoarte ocuparía un lugar privilegiado.
Por último, es interesante mencionar que algunos de los nuevos creadores provienen actualmente del diseño gráfico, el diseño web y la publicidad, gente muy joven, con buenos conocimientos técnicos y ya plenamente adaptados a la avalancha de imágenes e información que trajeron a mi país la democracia, la globalización y la revolución telemática.
Paraguay, ya no es tanto esa isla rodeada de tierra descrita por Roa Bastos.

MEACVAD / SELECCIÓN DE VIDEOARTE 2006
Curador: Fredi Casco


Si bien la mayor parte de la presente selección de videoarte paraguayo se circunscribe a trabajos realizados entre el 2003 y el 2006, la muestra abre con In Arcadia Ego, video realizado en 1999 por el critico de arte y arquitectura Javier Rodríguez Alcalá, que permaneció sin ser exhibida al público hasta hoy. Me interesó traer a la Muestra Euroamericana por varias razones, pero la principal es por que de alguna manera en ella se encuentran varios componentes presentes en las obras de videoarte paraguayo de la década pasada: Por ejemplo, en el plano estético, el recurso al lo-tech o la “alta desfinición” de la imagen videográfica como diría Jean Paul Fargier, la simultaneidad de planos, la utilización del barrido electrónico, etc.; o en el aspecto conceptual, el interés en la deconstrucción del lenguaje de los massmedia. Todo esto sin descuidar la dimensión poética de imágenes que reflexionan sobre el eros y el tanatos y que por momentos bordean la abstracción.

Seguidamente se verán trabajos de dos jóvenes autores que provienen del ámbito del diseño gráfico y web. Juanchi Franco, con Me ven / Meveo y Negro Ruído, y por otro lado Daniel Milessi con Yasururu Sororo. En ambos casos, se trata de videastas interesados en los nuevos medios telemáticos, por lo que sus obras poseen características que las vuelven fácilmente adaptables al circuito del net.art. Los trabajos de Franco oscilan entre la crítica a los sistemas de control en las sociedades contemporáneas y la polución visual en urbes tercermundistas; por su parte Milessi con Yasururu Sororo, elabora una recreación interactiva y en clave de videojuego de un capítulo de la historia del Paraguay, el de la llegada de los primeros adelantados españoles en busca de la ruta a Eldorado y su trágico destino en los estómagos de nuestros antepasados indígenas del Chaco paraguayo.

Luego viene Ingravidez & Gravidez, de Leticia Coronel, obra a medio camino entre el documental y el videoarte, que muestra aspectos de la vida de una familia rural, más específicamente de Maria de la Cruz, mujer con 30 años y 9 hijos, de los cuales dos en su vientre y muchos más en proyecto. Según palabras de Leticia, este trabajo “es un homenaje a su útero milagroso”.

A continuación vienen dos videos con fuerte contenido político de Erika López y Javier Meza, ambos grabados con una elemental videocámara Hi 8. En El sentido de la utopía, aparece Erika frente a un mortero, de esos que se usan en las zonas rurales para triturar granos o hierbas medicinales. En este caso se la ve a ella destruyendo documentos y publicaciones de informes de organismos internacionales encargados de realizar estudios sobre la realidad en el campo.
En El campo del dolor, se lo puede ver a Javier subido a un omnibus leyendo pasajes del Nuevo Testamento intercalados con reflexiones mordaces acerca de los circuitos artísticos oficiales, comportamientos de las industrias culturales, etc.

Cintazul y Nocturno 1, son dos videos de Valentina Serrati, videoartista paraguaya residente en Chile. El primero nace de un registro documental de las marchas mapuches realizadas durante el 2004 en Santiago de Chile. La búsqueda de la composición de imagen en una cámara de video muestra el rostro de una niña mapuche que no se percata que está siendo grabada mientras juega inocentemente con una cinta azul. El canto ritual de fondo, sofocado por una música insidiosa y las intervenciones sobre la imagen con lápices de colores agregan una dimensión de inquietante extrañamiento.
Nocturno 1, por su parte aparece como una reflexión crepuscular desde el cuerpo- mujer en una cultura altamente influenciada por prototipos y estereotipos propios de los medios de comunicación.

Los siguientes 3 trabajos pertenecen a artistas plásticos y fueron presentados originalmente como videoinstalaciones.
La cocina de Josefina de Pedro Barrail muestra en tres pantallas simultáneas, imágenes de un matadero, calcos de yeso de lenguas de vaca metidos en una heladera y una cita literaria de un poema de Josefina Plá superpuesta con cotizaciones de monedas. El trabajo es una reflexión sobre las identidades nacionales fundadas en la violencia.
En El gusto de la mirada de Ricardo Migliorisi, el artista se presenta a sí mismo mostrando la lengua, en la que aparecen y desaparecen sucesivamente extraños signos gráficos, como metáfora del consumo constante por parte del sujeto contemporáneo de signos-mercancías.
La videoinstalación Electric Light, Electric Night, de Bettina Brizuela es una aproximación cargada de humor e ironía a las crónicas policiales en los massmedia. Una cámara de circuito cerrado graba “en directo” el asesinato de un arbolito de navidad perpetrado por sus propias lucecitas.


Fotogramas del video Electric night, electric light de Bettina Brizuela
Emuhno, es una pieza de Agu Netto y José Pedersen, a medio camino entre el cine de animación y el video experimental, representa gráficamente la percepción del mundo según el relato oral de Wylky Dohorâta, chamán de la parcialidad indígena Tomarâho. También está inspirada en los dibujos del artista Ogwa, perteneciente a la parcialidad Ybytoso. Ambas parcialidades forman parte de la etnia chamacoco del Alto Paraguay.

Comer te, de Javier Valdez es una reflexión de lo que consumimos, el tiempo dedicado a la alimentación en las diferentes sociedades y la repetición como ritual.

Por último, Esta tarde vi llover de la fotógrafa Gabriela Zuccolillo es un paseo cargado de sensualidad y poesía a través de una Asunción azotada por la lluvia tropical. Los pequeños descalces que aparecen en la sucesión de fotogramas evidencian el registro hecho por medio de una cámara fotográfica. Este trabajo se presenta como una versión audiovisual de su emblemática serie fotográfica de Lluvias y tormentas.

19/9/07

AHECHÁ, UNA SELECCIÓN DE VIDEO Y ARTE DIGITAL DE PARAGUAY

MUESTRA EN EL FESTIVAL LOOP, JUNIO 2007, BARCELONA

Ahecha es una palabra que en lengua guaraní significa Veo. La conjugación en la primera persona del singular se corresponde con la voz latina Video, compartiendo idénticos significados. El acto de “videar” imágenes conllevaría una actitud reflexiva, una toma de conciencia del propio acto de ver. De ver otras realidades, desmontando la presentación convencional tal y como la presentan los medios de comunicación de masas.


En este grupo de diez piezas de video y arte digital encontramos una toma de actitud que refleja, como un espejo deformante, problemáticas propias de la periferia sudamericana. Obras que nos hablan de la razón instrumental del orden geopolítico hegemonizado desde los centros de poder, de las leyes del mercado, de las desigualdades económicas, culturales y políticas. O de la subjetividad más íntima y universal desde discursos existenciales, donde también cabe un breve espacio para reflexiones sobre las culturas indígenas.
Algunas obras pretenden dar cuenta de un tiempo y un espacio, el genéricamente llamado de “transición a la democracia”, iniciados en 1989 tras la caída de la dictadura más larga de América, y que estrenado el siglo XXI se debate entre el electoralismo político, los reclamos sociales de sectores desfavorecidos y los intereses empresariales y políticos presentes en la región. Reflexionar sobre aspectos de la realidad paraguaya a partir de estos videos haría de esta propuesta un ejercicio de pensamiento. El uso de esta visión podría hacer de esta experiencia un tránsito de ideas para imaginar este territorio físico y cultural, fomentando el intercambio de sensibilidades hacia y desde nuestro país, transfiriendo estímulos que nos integran y conectan al mundo, al tiempo que se da cauce a esta producción simbólica.


LOS TEMAS Y ARTISTAS DE AHECHA. Las piezas contienen miradas intensas tanto a la identidad en sus aristas culturales y ambientales aunque también aluden a cuestiones más generales. Algunas recorren aspectos de fuerte subjetividad, al tiempo que conectan con cierto surrealismo de corte fantástico (Brizuela, Barrail, Franco, Milessi, Valdez); mientras otras enuncian a la mujer (Serrati), o a los pueblos indígenas (Pedersen, Kohan, Netto). El ámbito rural es también constatado pero con volatibilidad hacia lo político (López, Meza, Coronel).

Juanchi Franco (Asunción, 1978)
1. Me ven, 2002
2. Me veo, 2003
Video DVD, 2 min.
3. Negro ruido, 2004
Video DVD, 2 min. 30 seg.



Estos dos trabajos oscilan entre la crítica a los sistemas de control en las sociedades contemporáneas en relación al individuo, y la polución visual en urbes tercermundistas. El loop continuo subraya la opresión y el desencanto de estas visiones, tanto en un espacio interior y privado como en un entorno exterior-urbano.

Daniel Milessi (Asunción 1976)
1. Yasururú Sororó, 2004
Video DVD, versión net.art / 3 min. 50 seg.
2. Yasururú Sororó (live from the surface of the moon), 2005
Video DVD, 3 min.








Estas obras de net.art y arte digital elaboran una recreación interactiva y en clave de videojuego de dos capítulos de la historia del Paraguay, una antigua y la otra contemporánea. En la primera, se narra la llegada de los primeros conquistadores españoles en busca de la ruta a Eldorado. En la segunda, la influencia actual de los Estados Unidos sobre la región, ficcionalmente observada desde el espacio exterior.

Leticia Coronel (Asunción, 1979)
Ingravidez & Gravidez, 2005
Video DVD, 4 min.








Obra híbrida entre el documental y el videoarte, muestra aspectos de la dura vida de una familia rural, más específicamente de María de la Cruz, mujer de 30 años y 9 hijos, dos en su vientre y muchos más en proyecto.


Erika Meza (Asunción, 1969) / Javier López (La Habana, Cuba, 1970)
El sentido de la utopía, 2001
HI 8 DVD, 4 min.







La autora, Erika Meza, aparece frente a un mortero, de esos que se usan en las zonas rurales para triturar granos o hierbas medicinales. En él se destruyen documentos e informes de organismos internacionales encargados de realizar estudios sobre la realidad social en zonas rurales, para después ser comidos.

Erika Meza / Javier López
El campo del dolor, 2000
HI 8 DVD, 4 min.









En esta grabación en directo, el autor lee en un autobús pasajes del Nuevo Testamento, intercalados con reflexiones sobre los circuitos artísticos o comportamientos de las industrias culturales en América Latina.

Valentina Serrati (Asunción, 1980)
Cinta azul, 2004
Video DVD, 1 min.











Este video parte de un registro documental sobre una marcha de indígenas mapuche realizada en Chile. La composición muestra el rostro de una niña que no se percata que está siendo grabada, mientras juega inocentemente con una cinta azul. El canto ritual de fondo y las intervenciones sobre la imagen con lápices de colores agregan una dimensión inquietante.

Valentina Serrati
Nocturno, 2005
Video DVD, 3 min










Una reflexión crepuscular desde el cuerpo-mujer-objeto, en una cultura altamente influenciada por estereotipos propios de la sociedad de consumo y los medios de comunicación.

Pedro Barrail (Asunción, 1965)
La cocina de Josefina, 2003
Video DVD, 3 min. 50 seg.










En tres planos simultáneos, se visionan imágenes de carne vacuna en un matadero, calcos de yeso en una heladera, y la cita literaria de un poema de Josefina Plá superpuesta con una infografía económica. El trabajo es una reflexión sobre las identidades nacionales fundadas en la violencia.

Ricardo Migliorisi (Asunción, 1951)
El gusto de la mirada, 2000
Video DVD, 2 min.











El artista se presenta a sí mismo mostrando la lengua, de la que aparecen y desaparecen extraños signos gráficos, cual metáfora del consumo físico, emocional y erógeno. Lastimeros sonidos de un perro sugieren un clima de reprimida ansiedad.

Bettina Brizuela (Asunción, 1969)
Electric night, electric light, 2002
Video DVD, 1 min.











Esta es una aproximación cargada de ironía a las crónicas policiales en los medios de comunicación. Una cámara de circuito cerrado graba “en directo” y en silencio el asesinato de un arbolito de navidad perpetrado por sus propias lucecitas.

José Pedersen (Asunción, 1981) / Augusto Netto (Asunción, 1977) / Rafael Kohan (Asunción, 1980)
Emunho, 2004
Video DVD, 5 min. 40 seg.











Esta animación representa gráficamente la cosmogonía y percepción del mundo según relatos orales de la etnia Ishir/Chamacoco del Alto Paraguay. También se vale de los dibujos del artista indígena Ogwa, a la que se suma el movimiento animado y sonidos ambientales.

Javier Valdez (Asunción, 1969)
Comer-te, 2005
Video DVD, 3 min. 30 seg.










Una reflexión en torno a la boca como centro alimenticio; y sobre todo, el tiempo dedicado a la comida en las diferentes sociedades, y su repetición como ritual.

Gabriela Zuccolillo (Asunción, 1969)
Esta tarde ví llover, 2006
Video DVD, 9 min.










Un paseo cargado de poesía a través de la ciudad de Asunción azotada por una tormenta estival. Los pequeños descalces que aparecen en la sucesión lenta de fotogramas, evidencian el registro hecho por medio de una cámara fotográfica. Este trabajo se presenta como una versión audiovisual de la serie fotográfica de la autora denominada Lluvias y tormentas.

3/9/07

VIDEOTRAMA. VIDEOARTE Y NUEVOS MEDIOS EN PARAGUAY (1984-2004)

MUESTRA VIDEOTRAMA
Videoarte y nuevos medios en la escena paraguaya


(1984-2004)

Este texto desarrolla el guión curatorial de la muestra Videotrama, llevada a cabo en diciembre de 2004 en Asunción del Paraguay, en el Centro Cultural de España. Articulada temáticamente como una antología histórica del video y el arte digital en nuestro país, la exposición presenta un recorte parcial de su creación reciente, en un panorama comprendido entre 1984 y 2004. La intención esencial de este proyecto es nivelar el formato video y otras formas de subjetividad artística, lo que ha determinado iniciar un archivo de video y arte digital, así como el sitio de Internet
www.asuanima.net.
Este recorte agrupa trabajos de videoarte en sus versiones instalacionista, objetual y monocanal, así como obras de arte digital, entre animaciones digitales y net.art (sitios artísticos realizados en y para Internet). El video instalado se relaciona con el espacio, integrando al espectador y la obra, a veces en una exploración entre lo real y lo virtual, la cosa y la imagen; mientras que su presentación objetual (y cercana a la escultura), corresponde al soporte del televisor. Por su parte, el video monocanal se refiere a su exhibición normal en monitores o pantallas.
La unión de las palabras video y trama, que dan identidad a este proyecto, representaría un tejido imaginario y urdido en el marco del arte electrónico, tejido que, en la realidad paraguaya, es comparable a un diseño fragmentado, interrumpido por puntos y nudos esporádicos.
El videoarte y los nuevos medios electrónicos, como registros simbólicos contemporáneos, legitiman el compromiso del hombre con la imagen y continúan la historia de la representación visual humana en un esfuerzo actualizador referido al múltiple y complejo mundo de hoy y del que vendrá. En estos formatos se ofrece una estrategia de lectura induciendo la idea de un receptor antes que la de un espectador. El receptor construye con su participación procesos de significación.
Gracias a estos formatos, podemos complejizar nuestra percepción del flujo del tiempo y del sonido, luego del tradicional primado de la imaginería estática, y promover nuevos modelos de sincronización con la realidad mediante dinámicas abiertas y sensoriales amplias.

Contexto del video y el arte digital

Desde hace medio siglo, el video, los medios telemáticos y la tecnología digital proponen la activación de nuevas formas de representación en la historia de la cultura visual. Envueltos en la fascinación que gozan hoy día estos lenguajes aplicados al arte y la comunicación, ellos son capaces de detonar otras experiencias de sentido y comprensión del mundo (1).
La representación electrónica se encuentra inserta necesariamente dentro de un sistema de poder económico, poder que regula nuestras vidas desde el capitalismo globalizador e impone sus condiciones de deseo y consumo. El desafío del video y de los nuevos medios tecnológicos consiste en la posibilidad de utilizarlos estratégicamente buscando transformar los (d)efectos causados por la sociedad de la información, conociendo sus posibilidades y haciendo que sus imágenes funcionen como la “conciencia” de la TV y del cine comercial.
Muchos sostienen que la tecnología y el desarrollo de las máquinas, al provenir de los centros hegemónicos industriales, se convierten en elementos dominadores de nuestra especificidad cultural, constituidos mediante experiencias de segunda mano en una transculturación de signo mercantil. Sin embargo, como un intento de revulsivo crítico dentro del sistema, en estas artes se cultivan redes y espacios de representación capaces de nombrar con voz propia temas particulares y universales.
La interpretación formal y conceptual del video y los nuevos medios presenta numerosas cuestiones. La intersección entre arte, tecnología y comunicación permite a estas prácticas la privilegiada capacidad de manifestar de una manera inmediata los intereses artísticos de nuestro tiempo asignándoles un lugar reflexivo ubicado en las antípodas de la realidad interpretada según la TV o el cine, desde donde critica los patrones de la sociedad de consumo de la cual formara parte inicialmente. Para lograr sus fines, apelará necesariamente a estrategias propias eliminando la representación que incluya la narración y el entretenimiento -cuestiones propias del lenguaje televisivo o fílmico- y valorando, sobre todo, los aspectos formales y auditivos del medio. Igualmente, el videoartista puede apropiarse de imágenes del imaginario fílmico, televisivo, fotográfico y de cualquier medio de comunicación para obtener un producto que necesariamente reflexionará sobre sus fuentes.
El video -como descendiente polimorfo de la fotografía, del cine y la radio- enriquecido en los últimos años por el desarrollo tecnológico y la revolución digital y planteado como obra abierta al espectador, es una práctica relacional que privilegia la asociación y relación autor/público. Las instituciones y el mercado del arte han argumentado la existencia de una historia del videoarte, la cual determina su origen en torno a la obra de dos grandes creadores, figuras convertidas hoy en mitos: el coreano Nam June Paik (2) y el alemán Wolf Vostell (
3), ambos vinculados al grupo artístico Fluxus. El videoarte, con sus formas antimercantiles, contestatarias y experimentales, inicia sus pasos a contramano de las instituciones (cadenas de comunicación, museos, galerías) desestabilizando conceptos tradicionales del arte. La incidencia del carácter procesual de la obra de video, así como la participación del receptor, provoca la definitiva alteración del estatus vertical de su autonomía.
Sobre el arte digital y el net.art
Las imágenes de diseños, síntesis e infografías construidas mediante sistemas numéricos forman parte del arte digital, en el que el cálculo hace posible su realización. La transmisión simultánea entre las máquinas, debida a su eficiencia y velocidad, ha transformado profundamente la realidad. La actual tecnología digital permite la creación y manipulación de imágenes planas mediante procedimientos tales como el software o el photoshop, los cuales pueden ser guardados en CD ROM para su visualización en computadoras.
El net.art es el arte producido desde y para Internet, en constante reelaboración de contenidos marcados por un sentido crítico, sensible a la realidad social que aspira a una respuesta masiva. La interacción y el diálogo producidos desde el net.art persiguen la actitud de la conexión y la navegación, siendo los artistas web activistas que reflexionan teórica o estéticamente. En este sentido, Internet es un lugar público de relacionamiento entre personas a través de máquinas y funciona como un sistema rizomático de raíces interconectadas (4).



Ficha de la muestra Videotrama

Artistas participantes:

Ana Ayala, Claudia Casarino, Gabriela Zuccolillo, Paz Encina, Fredi Casco, Christian Ceuppens, Ricardo Migliorisi, Marcos Benítez, Margarita Morselli, Fernando Amengual, Juanchi Franco, Osvaldo Salerno, Daniel Milessi, Pedro Barrail, Clare Goodwin, Tamara Migelson, Justin Frizza, Sociedad Paraláctica, Gabriel Brizuela.

Curador:
Fernando Moure

Ejes temáticos y argumentales de la curatoría:

Este proyecto incluye la recopilación, archivo y muestra de la producción reciente de videoarte y nuevos medios reunidos en una exposición que comprende dos décadas de creación en Paraguay: entre 1984 y 2004. La muestra colectiva agrupó a veintidós artistas e integró diversas versiones del videoarte, en sus categorías monocanal, objetual e instalacionista, así como la inscripción de nuevos formatos tecnológicos, como el arte digital y sus derivados.

Fecha de realización de la muestra: 18 de noviembre al 10 de diciembre, 2004.

Lugar: Centro Cultural de España Juan de Salazar, Asunción.
http//:
www.asuanima.net


Las obras y los artistas

La muestra Videotrama tuvo como objetivo la nivelación del formato video y otras formas de subjetividad artística, así como el inicio de un proyecto de memoria y rescate del videoarte paraguayo. Empleando un recorte parcial, esta investigación teórica y la muestra realizada en Asunción se inicia a partir del año 1984, con las obras Autorretrato y Brigitta von Scharkoppen en el Jardín de las Delicias II de los pioneros Margarita Morselli y Ricardo Migliorisi, respectivamente; este último, con antecedentes en el arte audiovisual que se remontan al año 1968 5. El carácter variado de las obras reunidas es un claro indicio de la amplitud de intenciones y actitudes que expresan estos creadores, y resulta en un vivo interés por diferentes asuntos y significados que pueden ser comprendidos en el siguiente esquema interpretativo que vertebra esta curadoría.

1. Construyendo identidad. Cuestiones de la subjetividad y el territorio

En este amplio espacio pueden ubicarse los trabajos que giran en torno a relatos conformadores de la identidad y toman como base circunstancias biográficas individuales o colectivas comprendidas en dos ejes. Un numeroso grupo de obras explora la personalidad y la subjetividad dentro de poéticas del sujeto; mientras otras buscan describir ambientes locales mediante aproximaciones al rostro popular del Paraguay o la ciudad de Asunción.

A) Autorretratos de la contingencia

Una fuerte atención en la construcción del sujeto, en un acento de repliegue hacia la intimidad y el universo privado, marca estas obras de obvio carácter universal o general. La autorrepresentación de los artistas caracteriza estas creaciones, en una aparentemente primera actitud de conocimiento y afirmación del medio que toma como objeto de representación al propio autor.
El uso del video con fines narcisistas y formalistas, advertible en estos casos, es consonante con la inflación del sujeto en la práctica artística contemporánea. Asumiendo que la identidad es una construcción cultural, social y del lenguaje, estos videos pretenden obtener conocimiento y exploración en torno a la subjetividad.

Margarita Morselli / La ascensión

La artista Margarita Morselli puede ser considerada pionera del videoarte paraguayo al haber reflexionado concientemente sobre este medio y sus posibilidades desde los primeros años ‘806. En 1984, con la colaboración del cineasta Juan Carlos Maneglia, inicia su camino audiovisual caracterizado por reflejar algunos temas y pautas compositivas y cromáticas presentes en su obra plástica (escaleras, uso esfumado del color, etc.).
El video Autorretrato, que connota un punto de vista autobiográfico, trabaja una imagen continua de la artista tomada de espaldas y subiendo escalones que conducen hacia una luz cenital. Imperturbable y decidida, esta ascensión se resuelve a lo largo de dieciocho minutos, y se ve interferida por sonidos tales como aplausos, latidos cardíacos, tiroteos, murmullos y silbidos de tren, así como por una anamorfosis del cuerpo y un juego de mutaciones lumínicas. Situadas alegóricamente, las ideas de subida y de comunicación con niveles suprafísicos hacen que este periplo confirme una actitud de perseverancia y acción marcada al escalar cada peldaño de esta desafiante escalera.

Ricardo Migliorisi / Psicoidentidades

Por su parte, Ricardo Migliorisi presenta el video experimental Brigitta von Scharkoppen en el Jardín de las Delicias II (1984), de fuerte presencia teatral y de la Commedia dell´arte, y cuya temática ronda la condición de una mujer insatisfecha. Su factura y guión experimentales podrían ser leídos como instrumento paródico destinado a burlarse de una sociedad y una tempoespacialidad opresiva. Luego de varios años de injusto olvido, Brigitta… acaba de ser restaurada gracias a los oficios del cineasta Juan Carlos Maneglia(7).
Dieciséis años más tarde, en el 2000, Migliorisi vuelve al medio con el video El gusto de la mirada, de corte conceptualista, en el que el artista enseña el rostro en imágenes que connotan diversos signos aparentemente imposibles de satisfacer apareciendo y desapareciendo de su lengua. Esta obra establece una reflexión en torno a las funciones sensoriales y psicológicas del sujeto al fijar en su autorrepresentación una fuerte atención en los ojos, boca y lengua. El plano fijo del rostro subraya figuras basadas en la corporalidad: la mirada detenida sugiere el conocimiento de situaciones amenazantes y la prevención ante las mismas; el gesto de la boca connota movimientos de ingreso y egreso verbal, emocional y nutricional. Sobre el fondo sonoro de un aullido agudo, la imagen de la lengua aparece y desaparece intermitentemente, mientras los ojos vierten lágrimas, en una acción que subraya el sentido tragicómico del mensaje.

Ana Ayala y Fredi Casco / Ficciones periféricas

De la autoría de este tándem creativo es la obra Videopatía doméstica (1999). Integrada por dos videos, cada uno filma un relato extraño y sórdido que deviene el retrato de una pareja que señala los arquetipos de los roles femenino y masculino. Esta situación formal es traducida en el montaje de dos monitores enfrentados que emiten por separado la captación de la realidad de cada uno de los autores. Ambos relatos son independientes, pues dan cuenta de percepciones diferentes, pero tienen en común una estética dada por una imagen “barata” y de baja calidad, con características como la ralentización del tiempo y el uso de la cámara en mano que captura planos en movimiento. El video “masculino” toma como ambiente las calles de una Asunción soporífera en horas de la siesta, recorridas cansinamente en un automóvil, hasta llegar a la casa; el “femenino”, por su parte, registra el universo estereotipado del hogar, como la cocina, la TV, el jardín, o actividades cotidianas, como el embellecimiento de las uñas. El encuentro se resuelve en una escena que parodia una telenovela mediante la presentación de forcejeos y negativas de la ama de casa, hasta que finalmente ambos culminan en el lecho matrimonial (8).


Marcos Benítez / Una carta necesaria


Sin título (1999) es el video de Marcos Benítez, cuya propuesta objetual se compone de un monitor de TV y un velo estampado que lo cubre, en un gesto negador del fin telemático. Ubicada tras una tela, aparece en primer plano la imagen empañada de la boca del autor dando lectura a una carta enviada al artista Feliciano Centurión, fechada antes de la desaparición de éste ocurrida en 1996.
El tono epistolar y discreto resuelve este homenaje de Benítez, quien evoca un Paraguay teñido de añoranzas sensoriales dadas por la mención de aromas de frutas y flores. Completa este montaje la escritura estampada sobre el velo, así como el aroma de una esencia floral que estimula en el receptor un contacto más intenso con la obra(9).


Claudia Casarino / Biografía del cuerpo


Claudia Casarino, con la obra Roundtrip, propone una construcción objetual conformada por un armario y un video, como en una nueva interpretación del Etant donnés de Duchamp. Una pequeña mirilla nos permite la observación de un espacio privado; desde esta mirada monocular se logra contemplar un video que alude a la identidad biográfica de la artista(10).
En esta obra, la artista se autorrepresenta en un movimiento corporal incesante que conforma una alegoría rítmica de principio y retorno intermitente, como en un viaje de ida y vuelta (en inglés, roundtrip); este desplazamiento la conecta con otro cuadro en la pantalla que enseña una fotografía antigua en blanco y negro correspondiente al retrato de sus padres. Ambas imágenes conforman ideas de identidad y de memoria de la infancia, además de reafirmar el tema del cuerpo como objeto de estudio y escenario inmediato, recurso éste detectable a lo largo de la obra de Casarino. Completa este montaje un colchón de tamaño infantil dispuesto en forma enrollada sobre el mueble.

Osvaldo Salerno / Escritura secreta



Osvaldo Salerno es autor de El álbum, una videoinstalación consistente en el montaje físico de un libro y de su proyección en un espacio oscuro. En esta obra, el objeto real es enfrentado al referente virtual en una perturbadora representación.
El video connota sensaciones de pérdida o de ausencia mediante el hojear obsesivo y sonoro de un libro-álbum destinado a contener una memoria de imágenes, pero que no contiene tales, sino páginas en blanco. Sugiere, así, el escamoteo de un pasado, el testimonio de un tiempo de silencio, producto de una situación de censura.
Elementos usuales en la obra de Salerno -el libro, el lienzo blanco, la escritura, la inversión de signos lingüísticos, el bordado, la mano- se ofrecen como enigmas cifrados, como forma extrema de resistencia a la censura (11).


Gabriela Zuccolillo / Memoria doméstica


La fotógrafa Gabriela Zuccolillo desarrolla esta instalación proyectando unas imágenes silentes en blanco y negro. Paisajes de la memoria es un video que remite a un imaginario doméstico a través de un plano amplio, a la manera de un video expandido.
El espectador percibe un efecto de inclusión ambiental dado por la escala real de un escenario interior. La imagen, animada muy lentamente, está compuesta por una silla, un escritorio y unos zapatos que evocan la humanidad, en sucesivos gestos de presencia y ausencia, y concluye en una textura acuática de connotaciones oníricas. La necesidad del recuerdo de las actividades humanas y la subjetividad de la vida cotidiana son las consecuencias reflexivas logradas por esta instalación, al enfrentarnos a esa escena íntima (12).



Tamara Migelson / Objetivo: felicidad


La artista Tamara Migelson, a través de su sitio en Internet denominado Atlas del deseo, ubicable en la red en la dirección www.atlasdeldeseo.net, propone a los usuarios aspectos diversos sobre temas ambiciosos y potentes, como el sujeto y el deseo. Los articula desde proyectos visuales y textos diferenciados que recorren dimensiones psicoanalíticas, cuencas filosóficas y todo campo epistémico posible, capaz de ofrecer luz y satisfacción en la búsqueda del “objeto del deseo”. Participan en este proyecto de net.art artistas invitados, como Rosa Palazón, Shirley Banks, Jorge Sáenz, Fernando Amengual, Silvana Franzetti, entre otros (13).



Gabriel Brizuela / Humana contradicción


La animación del artista Gabriel Brizuela titulada El necio nos adentra en el objeto de representación -el propio artista- devenido sujeto universal al reflejar sus contradicciones y obsesiones. Secuencias de resonancias ontológicas, reforzadas con interferencias gráficas y sonidos editados, densifican la escena en diversas facetas conductuales del autor (14).


B) Escenarios locales


A través de lugares familiares por su identidad geográfica, se perfilan facetas topológicas alusivas al Paraguay rural y a su territorio urbano. Los trabajos que se inspiran en estos imaginarios e intereses correponden a Paz Encina, Fredi Casco, Pedro Barrail y a la Sociedad Paraláctica; mientras que la ciudad de Asunción como escenario se constata en los videos de Christian Ceuppens y Daniel Milessi.


Paz Encina / El aura de la hamaca


La videoinstalación Hamaca paraguaya de la cineasta Paz Encina brinda una idea poética traducida económicamente en la presencia objetual de una hamaca de algodón utilizada como original pantalla de proyección. Los personajes durmientes proyectados a escala real sobre el lienzo dotan a este trabajo de un intenso perfil metafórico del país a través de su rostro campesino y urbano, mientras la naturaleza participa mediante el sonido ambiental de cigarras estivales.
Hamaca Paraguaya es una segura aproximación al tema de la identidad. A través del estudio de las relaciones entre una cultura y su territorio, la autora consigue movilizar una alta emotividad que sirve de marco a sus retratados mediante un objeto de magnética evocación como es la hamaca (15).



Pedro Barrail / Retrato nacional


El artista Pedro Barrail es autor del video La cocina de Josefina (2003), cuya imagen fragmentada en tres tomas paralelas y autónomas semantiza un imaginario nacional en clave metafórica. Los diferentes planos horizontales traman comentarios sobre la identidad fundada en la violencia (imágenes de un matadero de carne en tono rojizo), la inmovilidad y la muerte (calcos de yeso blancos en una heladera), mientras la cita literaria de un poema de Josefina Plá en una paleta azulada resulta superpuesta a una grilla de cotización de monedas. La música del film Amarcord de Fellini resuelve el tono irónico de este relato, como sorna a un paisaje crítico y de firme tono conceptual al que nos tiene habituados este creador (16).


Fredi Casco / Pesebre virtual


Otra obra de Fredi Casco presente en la muestra Videotrama es la videoinstalación Pesebre Vidente (2000), un montaje hecho a partir de piezas sacras de cerámica que representan el trío de la Sagrada Familia: Jesús, José y María. Como representación de una versión popular latinoamericana del nacimiento cristiano, la obra reflexiona sobre cierta identidad periférica, a la vez que ofrece una mirada crítica al niño-dios de los hogares: la televisión.
En esta creación se muestra el video asumiendo una estética deliberadamente low-tech, con el recurso de ralentización de la imagen y el uso de tecnología barata (televisores de 14 pulgadas y material electrónico popular).


Sociedad Paraláctica / Fábulas en la red


Apuntando a la difusión de la práctica del net.art y los medios digitales, este sitio pionero en Paraguay ha sido activado en el 2004. El colectivo Sociedad Paraláctica -conformado por Daniel Milessi, Fredi Casco, Thelma Colmán y Marco Roa, y cuyo sitio en la red es www.paralact.org.- presenta dos propuestas caracterizadas por su sentido lúdico: Yasururú Sororó y Ego Kaos.
La primera corresponde a una recreación icónica de los videojuegos al servicio de una narración histórico-cultural del Paraguay; la segunda, parte de interrogantes referidos a la teoría del arte y la interacción del usuario con el juego, y proclama una reflexión sobre el arte contemporáneo.

Christian Ceuppens / Una (y otra) ciudad

El artista Christian Ceuppens (17) es autor de videoinstalaciones que datan del año 2000. El uso de espejos es característico en sus obras de video, en las que aquéllos adquieren un profundo acento subjetivo, aunque la imagen remita a lugares reconocibles de Asunción. La obra Aquí estoy (2004) refleja una mirada extraña del paisaje de la ciudad mostrándolo en disposición invertida, lo cual es resuelto mediante un juego de rebote especular.
Las imágenes sugieren una metáfora del espacio urbano. La ciudad (y sus vísceras) se ofrece como lugar conocido pero ajeno, que nos identifica y relaciona existencialmente. Es inevitable el relacionamiento del lugar como escenario reciente de secuestros, violencia, revoluciones o incendios. Paisaje familiar y lacónico de una Asunción que extravía al espectador-ciudadano en miles de rincones y de ventanas que lo miran desde un fingido sosiego.

Daniel Milessi / El ángel exterminador


Daniel Milessi presenta un video con imágenes realistas de calles céntricas de Asunción manipuladas en edición digital, cuya inspiración proviene de la estética de los videojuegos de primera generación. En este trabajo titulado Che Asu (Mi Asunción) se alternan dos planos temporales: por un lado, el presente continuo de la imagen en movimiento filmada desde un automóvil; por otro, cierta idea de futuro de naturaleza maquinal, propia de los videojuegos electrónicos.
En esta ficción animada, la cruel evocación del microcentro reinventado con efectos visuales y auditivos es desplegada en una fábula en la que se libra la batalla de un jugador o más bien de un ángel exterminador nativo que descarga la cólera ¿individual? ¿colectiva? contra su ciudad. Los ómnibus destartalados, la publicidad indiscriminada en la vía pública, las calles reventadas de baches, la basura o los pobladores anodinos de nuestra ciudad son el blanco letal de esta fantasía de la destrucción (18).

2. Crítica a los medios

Seguir los restos del programa de las vanguardias radicales del siglo XX motiva a algunos artistas a iniciar un combate desde y con el video desplegando una actividad crítica e irónica. Las siguientes obras acentúan cierto sentido de malestar y de crítica a la sociedad y a los medios de comunicación, hoy exagerados por la saturación mediática de la televisión, la radio, Internet, telefonía, etc. Resueltas mediante estrategias paródicas, estos materiales comentan la gloria incierta del tecnicismo y del capitalismo tardío.

Bettina Brizuela / Navidad siniestra

La videoinstalación Electric light, electric night de Bettina Brizuela presenta un objeto popular de gran significado cultural para Occidente como lo es el árbol de Navidad, dentro de una atmósfera siniestra y absurda. La visión del estrangulamiento del entrañable objeto por las propias lucecitas que lo adornan es obsesivamente repetida en un video, tanto en tiempo progresivo como en marcha atrás. Con esta secuencia repetitiva (en loop, sin fin) se delataría la nula inocencia del tema, al proponerse como espectáculo el consumo de los acontecimientos mediáticos. El episodio del árbol, al ser emitido desde un monitor de características idénticas a los dispositivos técnicos empleados por los sistemas de vigilancia (circuito cerrado de TV), alude a una representación sugerente de control y de dominio19.

Juanchi Franco / Videosinfonía urbana

El videasta Juanchi Franco con el video Negro ruido elige la fragmentación de un plano como imagen monótona y continua. Este plano fijo -correspondiente a una composición abstractizante- se torna comprensible con cierto esfuerzo de la mirada: se trata de unos cables de energía que penden de un poste, como sucede con miles de tendidos eléctricos en el paisaje de la ciudad.
Esta animación se presenta como parte de una realidad imaginaria irreal que induce al receptor a transitar universos fantásticos a partir de una escena ordinaria. Estas imágenes se construyen mediante procesos de edición digital que superponen capas sucesivas y de color diferenciado por áreas, y que dan por resultado una composición de relieves bidimensionales de los cada vez más extraños cables de energía. Negro ruido puede ser sentido como una sinfonía histriónica e intrigante, una experiencia claustrofóbica acentuada por los ruidos de máquinas y los planos densos. Un melancólico mensaje, una visión del urbanismo y del progreso degradados (20).

Fernando Amengual / Saturación globalizada

La obra de Fernando Amengual, propiamente una instalación multimedia, está compuesta por objetos y varias imágenes proyectadas desde medios telemáticos y diapositivas, así como por un sistema de sonido interactivo. Titulada La ley de la selva, esta instalación permite al receptor escuchar, mediante dispositivos de captación de movimiento, sonidos de naturaleza televisiva: novelas, noticieros, publicidad.
Grupos escultóricos irradian sombras oscuras sobre las proyecciones logrando imágenes dobles y sugestivas. La saturación sensorial, tanto visual como auditiva, que propone este montaje nos hace reflexionar acerca de la dominación de los medios de comunicación y de sus estructuras de consumo ejercida sobre el individuo, representado simbólicamente por las formas de las manos, que constituyen metáforas de una humanidad encarcelada en la realidad diferida y distorsionante de la aldea global (21).


Clare Goodwin / TV Basura

La artista inglesa Clare Goodwin presenta un montaje tridimensional que sugiere la obsesiva presencia de los medios masivos en la vida cotidiana, a la vez que parodia el rol triunfante de dichos medios en la cultura contemporánea. Realizado a partir de deshechos, este ready-made alude, con sus formas de monitor y aparato de video, a cierta mimesis de los medios audiovisuales (aparatos de TV y video) y connota significaciones en torno a su soporte -el cartón, material de desperdicio y basura del consumo-.
Resulta una inquietante paradoja advertir que en muchos hogares paraguayos humildes pueden hallarse aparatos de televisión reales, cuando que la construcción de las viviendas que albergan estos aparatos están hechas precisamente de cartón y otros deshechos del consumo (22).

Justin Frizza / Desencuentros, o sobre lo real y lo virtual

La animación Intimidad virtual de Justin Frizza lanza una mirada irónica a los medios de comunicación posmediáticos -como es el caso de Internet-, a la vez que representa una nada común caracterización de la identidad sexual, fuera de los patrones hetero-normativos.
La obra explora la comunicación anónima de los chats o foros de comunicación on-line (en tiempo real), con hincapié en su uso interrelacional e interactivo como medio de establecer contacto entre las personas. Demuestra, por un lado, toda su potencia y alcance comunicacional (fines utópicos), pero, por otro, evidencia su frágil realidad al apelar al simulacro de la distancia y la ambigüedad de los participantes.
Realizada cuadro a cuadro con técnicas de dibujo y pintura, esta animación fue editada, y seguidamente intervenida, mediante procedimientos digitales (23).


Notas

1. Sobre este punto, las observaciones del teórico Juan Acha resultan de interés. “La televisión constituye el más eficaz procedimiento tecnológico para registrar y almacenar, reproducir y telecomunicar imágenes audiovisuales y a color... El videoarte se propone contrarrestar los efectos nocivos de la televisión, pero sin posibilidad de llegar a las mayorías demográficas, que son las consumidoras de la TV y las receptoras de sus efectos nocivos, porque el video no tiene acceso a la iconosfera ocupada y reglamentada por la TV comercial y oficial. Al video no le queda otra cosa que asumir la marginalidad de que es objeto todo sistema de producción cultural verdaderamente innovador y poseedor de un sentido crítico radical. Como resultado, el video presenta proposiciones correctivas o innovadoras, cuya lectura y aceptación son inevitablemente minoritarias, aparte de contravenir hábitos mayoritarios”.
Juan Acha. Arte y sociedad: el producto artístico y su estructura, Edit. Fondo de Cultura Económica, México, 1979, p. 178-179.

2. Nam Jum Paik (1932). Artista y músico coreano-nortemericano. Pionero del videoarte, son célebres sus trabajos con fuerte sentido utópico que reflexionan acerca de los medios de comunicación de masas y la vida contemporánea. Algunas de sus famosas obras realizadas con videos, televisiones y objetos son TV Buda, TV Zen, Garden, entre otras.

3. Wolf Vostell (1932-1998). Artista alemán que realizó obras en video y tecnología con fines críticos hacia los mass media. De 1959 data el primer cuadro conocido en el que se introduce un aparato de TV; sus obras comprenden instalaciones, ambientaciones, objetos, en los que introduce elementos de la cultura técnica y mediática, en una estética próxima al nuevo realismo y al arte pop.

4. Internet, con poco más de quince años de historia, cuenta en el Paraguay apenas con el 2 % de la población paraguaya conectada, sobre 6.500.000 habitantes.

5. Sobre estos antecedentes, podemos referirnos al taller de arte de Cira Moscarda (vigente desde 1962 hasta 1982), donde se realizaron algunas experiencias fílmicas experimentales. En torno a estas inquietudes se reconocen los nombres de Juan M. Prieto, Bernardo Krasniansky, Ricardo Migliorisi, Jorge Nasta, entre otros. Prieto realizó filmaciones en súper 8 y video durante la segunda mitad de los ´60 y los ´70. Krasniansky realizó, hasta su partida del Paraguay en 1971, los videos Fenomenum y Papeles, los cuales forman parte del acervo del CAYC (Centro de Arte y Comunicación) de Buenos Aires desde 1972.

6. Margarita Morselli (Asunción, 1952). Pintora y música. Autora de dos videos: el primero, Autorretrato (1984), realizado en ocasión del décimo aniversario de la galería Arte-Sanos, fue seleccionado para representar al Paraguay en la Bienal de Sâo Paulo de 1985 y en la muestra Los Argumentos (2002). El segundo, Somos (1992), registra la identidad local resumiéndola en el símbolo del sombrero, cual metáfora de roles arquetípicos del hombre paraguayo (campesino, militar).

7. Ricardo Migliorisi (Asunción, 1951). Pintor con interés en el audiovisual desde 1968, año en que realizó Jayne hasta el asco, en formato cine (junto a Bernardo Krasniansky y Cira Moscarda). Este trabajo, exhibido en la Galería Atlántica, tenía casi 90 minutos de duración; recurría a un imaginario fantástico, con influencias de la cultura pop y psicodélica (el material ha sido destruido). También el audiovisual Brigitta von Scharkoppen (1984), del que quedan fragmentos; realizado en formato cine, junto a Juan Carlos Maneglia, es una parodia de la locura y el drama de la condición humana. Por su parte, el videoarte El gusto de la mirada (2000) ha sido exhibido en la muestra Estampa (Madrid, 2001) y en el Festival BAC (Barcelona, 2003).

8. El trabajo de Fredi Casco (Asunción, 1967) incide en una línea que hace un uso crítico y “low tech” de las tecnologías cuestionando la fascinación popular ante los medios de comunicación. Estas obras orientan una mirada hacia el contexto latinoamericano, en una estética decididamente “periférica”, indicada en el uso alternativo y barato de elementos e imágenes. Otra videoinstalación de este artista es Paraguay Beach Park 2.0 (2000), una parodia de la condición mediterránea del país; esta obra obtuvo el premio Jacinto Rivero, instituido por Faro para las Artes.

9. Marcos Benítez (Asunción, 1975). Otro trabajo de este artista es Luciérnagas a ras del piso (videoinstalación, 1998), concebida como un espacio delimitado por paredes de plástico negro. Las primeras y lentas imágenes proyectadas en el suelo remiten a abstracciones que van cobrando lentamente sentido figurativo hasta que el escenario se vuelve reconocible: un vertedero de basura, con trabajadores-recicladores iluminados con linternas.

10. Claudia Casarino (Asunción, 1974). Citando el cuerpo como rasgo de identidad, el motivo de su autorrepresentación es explorado también en la imagen en movimiento. Otras obras en video de Casarino son: Essence d´artiste (2002), y las instalaciones La jaula (2003) y Neither a goddess, nor a queen (Lipstick) (2004); esta última, en serie.

11. Osvaldo Salerno (Asunción, 1952). El video El álbum fue realizado en el año 2000.

12. Gabriela Zuccolillo (Asunción, 1967). Paisajes de la memoria (2003) forma parte originalmente de una serie fotográfica; fue llevada al video mediante la edición del movimiento de algunos de sus imágenes. La autora ha realizado otros registros audiovisuales de corte experimental: unos en ámbitos públicos (paisajes de la ciudad, nocturnos, tempestades); otros, en la intimidad doméstica (interiores, mascotas, etc.).

13. Tamara Migelson (Comodoro Rivadavia, Argentina, 1962). Artista, diseñadora gráfica y de sitios de Internet.


14. Gabriel Brizuela Santomé. (Asunción, 1962). Promotor del arte paraguayo en la red a través del sitio www.museodeartedigital (M.A.D.), un portal donde obra una relación de algunos artistas contemporáneos.

15. Paz Encina (Asunción, 1977). Realizadora y directora cinematográfica del largometraje Hamaca paraguaya (2006), ópera prima premiada por la FEPRISCI del Festival de Cannes, y de varios cortometrajes de videoarte y ficción. Hamaca Paraguaya tiene un proceso de cortometraje (1999) y de videoinstalación (2000).

16. Pedro Barrail (Asuncion, 1964). Arquitecto, artista. Obtuvo con el videoarte La cocina de Josefina un premio en el 2003 otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en Washington, EE.UU.

17. Christian Ceuppens.(Asunción, 1965). Artista, arquitecto y autor de videoinstalaciones de varios canales. Una de ellas, Sin título (2000) fue presentada en Casa de las Artes-Hotel Italia.


18. Daniel Milessi (Asunción, 1976). Artista, diseñador. Autor de la animación Yasururú Sororó (2003), 2º premio del Salón de Arte La Nación, obra que alude a contenidos histórico-sociales locales, fusionada con intereses en los medios electrónicos.

19. Bettina Brizuela (Asunción, 1969). Los imaginarios domésticos y populares parecieran animar otros videos de corte experimental de esta artista, en una línea próxima al absurdo, como en el video en que registra frenéticamente un diálogo intenso y psicótico sostenido entre sillas; el mismo funciona como metonimia de las relaciones humanas.

20. Juanchi Franco (Asunción, 1978). Autor de varios trabajos experimentales y de animación, de intenso sentido cuestionador, representados generalmente mediante alegorías crípticas, como Me ven, me veo (video, 2003), Videoartista paraguayo y Bola de disco (videos, 2003).

21. Fernando Amengual (Córdoba, Argentina, 1962). Artista, diseñador. La instalación La ley de la selva fue elaborada en un proceso colectivo, junto a alumnos de Informática de la Universidad Católica; el trabajo resultó un software sensible al movimiento de los visitantes, quienes activaban sonidos provenientes de la TV.

22. Clare Goodwin. Artista inglesa, desarrolló esta obra objetual (no contiene elementos audiovisuales) con residuos obtenidos del consumo.


23. Justin Frizza (Asunción, 1970). Artista, diseñador gráfico y audiovisual. Estudió con Cira Moscarda. Vive y trabaja en California (U.S.A.) desde 1996.

5/6/07

MUESTRA AHECHA EN BARCELONA (OTRO TEXTO)

El video, el cine y los medios digitales encienden, entre el fin de siglo y comienzos del XXI, un tiempo auroral y propicio para la imagen en movimiento en Paraguay, con la irrupción de una nueva generación de diseñadores y fotógrafos, así como de algunos artistas provenientes de la plástica.

REFLEXIONES EN TORNO A LA IMAGEN AUDIOVISUAL MÁS RADICAL

Con una producción realizada en el último lustro, y en el contexto de una escena frágil y emergente, el conjunto reunido por los curadores Fredi Casco y Fernando Moure contiene miradas intensas a la identidad en sus aristas culturales, sociales, políticas y ambientales.
Estas identidades cobran especial sentido al detenerse en aspectos personales o subjetivos, en la condición de la mujer, de los indígenas, el campesinado, y el ámbito urbano; rostros plurales que acercan al público la realidad diversa de esta tierra. La selección Ahechá busca aproximar al público a este lugar concreto y a la composición de su mundo físico, temporal y anímico.
Las obras han sido agrupadas bajo la denominación Ahechá, palabra que en lengua guaraní significa “Veo”. Esta última lengua, como es sabido, es de tiempo anterior a la colonización, y cuya robusta salud es atestiguada por su uso extendido en la vida social, pese a ser marginada de la esfera política y económica. Pero lejos de orientar una identidad fijada en los orígenes y la particularidad de la cultura guaraní como seña de identidad, la mayoría de las obras reunidas busca reflejar el intenso cosmopolitismo que se inserta en un espacio y tiempo que cabría llamar de híbrido. En este sentido, se intenta introducir y señalar esta dualidad cultural al tiempo de reconocer la importancia del guaraní en el Paraguay y áreas geográficas vecinas.
La experiencia multicultural de este territorio geográfico, ubicado en el centro de América del Sur y lejos del mar, está marcada por un mestizaje intenso, donde dos pueblos, el amerindio y el europeo, confrontan diferencias y resuelven su destino común. Los argumentos de a rato radicales de estas obras pretenden acercar y debatir nuestra identidad múltiple, e insertarla dentro del contexto global.
Por otra parte, el videoarte, en su faceta más artística y experimental, ha sido asociado a la visión reflexiva y consciente de imágenes por parte de un sujeto. Sus objetivos, como prolongación de los programas de las vanguardias artísticas del siglo XX, sería devenir en “la conciencia de la televisión y el cine”, y en un lenguaje que busca romper la pasividad del espectador, tal lo expresado por el artista Wolf Vostell, fin que poco ha cambiado en sus cuarenta años de historia.
Esta selección podría servir de indicador del desarrollo de la imagen en movimiento con fines artísticos producida en Paraguay. El acceso a las tecnologías ha permitido a algunos artistas plásticos la experimentación del videoarte; mientras otros autores, ligados al cine o al diseño, conforman una nueva generación que se expresa a través del video, la animación o el net.art.
En la mayoría de estas diez y seis piezas de video y arte digital encontramos un acento crítico que refracta, cual un espejo deformante, el sentido de la razón instrumental, el orden geopolítico hegemonizado desde los centros de poder, o las leyes del mercado; contestando las desigualdades de la globalización y las disparidades demográficas, económicas, culturales y políticas. Las obras pretenden dar cuenta de un tiempo, el genéricamente llamado de “transición a la democracia”, iniciado en 1989 tras la caída de la dictadura más larga de América, y que hoy se debate entre el electoralismo político, los reclamos sociales de sectores desfavorecidos y los intereses empresariales y políticos presentes en la región.
Finalmente, entendemos que el hecho de generar nuevos circuitos y espacios de difusión para este tipo de creación tecnológica fomenta el intercambio de sensibilidades hacia y desde nuestro país, transfiere estímulos que nos integran y conectan al mundo, al tiempo que da cauce a esta producción simbólica.